lunes, 15 de mayo de 2017

DESARROLLO MORAL DE KOHLBERG

Resultado de imagen para kohlbergEl estudio de la moral es algo que constantemente está generando dilemas, dudas y teorías.
Prácticamente todas las personas se han preguntado en algún momento acerca de lo que está bien y lo que no lo está, sobre cuál es el mejor modo en el que ordenar las prioridades para llegar a ser una buena persona, o incluso acerca del mismo significado de la palabra "moral". Sin embargo, muchos menos se han propuesto estudiar no ya lo que es el bien, el mal, la ética y la moral, sino el modo en el que pensamos en esas ideas.
Si lo primero es tarea de los filósofos, lo segundo entra de lleno en el terreno de la psicología, en el que destaca la teoría del desarrollo moral de Lawrence Kohlberg.

En el nivel preconvencional, "el niño es receptivo a las normas culturales y a las etiquetas de bueno y malo, justo o injusto, pero interpreta estas etiquetas en función bien sea de las consecuencias físicas o hedonistas de la acción (castigo, recompensa, intercambio de favores) o en función del poder físico de aquellos que emiten las normas y las etiquetas. El nivel se divide en los dos estadios siguientes:
  • Estadio 1: La orientación a la obediencia y el castigo. Las consecuencias físicas de la acción determinan su bondad o maldad, con independencia del significado o valor de tales consecuencias. La evitación del castigo y la deferencia incuestionable hacia el poder se valoran por sí mismas y no en función del respeto a un orden moral subyacente apoyado en el castigo y en la autoridad.
  • Estadio 2: La orientación instrumental relativista. La acción justa es la que satisface instrumentalmente las necesidades del yo y, ocasionalmente las de los otros. Las relaciones humanas se consideran de un modo similar a las propias del mercado. Se encuentran presentes elementos de honestidad, reciprocidad y de participación igual, pero se interpretan siempre desde un modo físico-pragmático. La reciprocidad es un asunto de "tú me rascas la espalda y yo te rasco la tuya", no de lealtad, gratitud o justicia.
En el nivel convencional, se considera que el mantenimiento de las expectativas de la familia, el grupo o la nación del individuo es algo valioso en sí mismo. La actitud no es solamente de conformidad con las expectativas personales y el orden social, sino de lealtad hacia él, de mantenimiento, apoyo y justificación activos del orden y de identificación con las personas o el grupo que en él participan. En este nivel hay los estadios siguientes:
  • Estadio 3: La orientación de concordancia interpersonal de "buen chico - buena chica". El buen comportamiento es aquel que complace y ayuda a los otros y recibe su aprobación. Hay una gran conformidad con las imágenes estereotipadas en relación con el comportamiento mayoritario o "natural". Frecuentemente se juzga el comportamiento en virtud de la intención. "tiene buena intención" es algo que, por primera vez, tiene importancia. Uno gana la aprobación siendo "agradable".
  • Estadio 4. Orientación de ley y orden. Hay una orientación hacia la autoridad las normas fijas y el mantenimiento del orden social. El comportamiento justo consiste en cumplir con el deber propio, mostrar respeto por la autoridad y mantener el orden social dado porque es valioso en sí mismo.
En el nivel postconvencional, autónomo o de principios, hay un esfuerzo claro por definir los valores y los principios morales, que tienen validez y aplicación con independencia de la autoridad que los grupos o personas que mantienen tales principios y con independencia de la identificación del individuo con tales grupos. Este nivel también tiene dos estadios:
  • Estadio 5. La orientación legalista, socio contractualista, generalmente con rasgos utilitarios. La acción justa tiende a definirse en función de derechos generales e individuales y de pautas que se han examinado críticamente y aceptado por toda la sociedad. Existe una conciencia clara del relativismo de los valores y las opiniones personales y se da la importancia correspondiente a las normas procedimentales como medio para alcanzar el consenso. Aparte de los acuerdos constitucionales y democráticos, lo justo es un asunto de "valores" y "opiniones" personales. El resultado es una importancia mayor concedida al "punto de vista legal", subrayando la posibilidad de cambiar la ley en función de consideraciones racionales de utilidad social (antes que congelarla como se hace en el estadio 4 de "ley y orden"). Fuera del ámbito de lo jurídico, el acuerdo libre y el contrato son los elementos vinculantes de la obligación. Esta es la "moralidad" oficial del Estado y la Constitución norteamericanos.
  • Estadio 6:La orientación de principios éticos universales. Lo justo se define por una decisión de la conciencia de acuerdo con principios éticos que ella misma ha elegido y que pretenden tener un carácter de amplitud, universalidad y consistencia lógicas. Estos principios son abstractos y éticos (la regla de oro, el imperativo categórico), no son normas morales concretas, como los Diez Mandamientos. En esencia, éstos son principios universales de justicia, reciprocidad e igualdad de los derechos humanos y de respeto por la dignidad de los seres humanos como individuos.

CONDUCTA PRO-SOCIAL EN NIÑOS


Se refieren a los actos realizados para beneficiar a otros por razones distintas de la ganancia personal. Los niños muestran éstos al compartir con los demás, al cooperar, al tomar turnos o al estar allí por un amigo en necesidad. 

Resultado de imagen para altruismoAyudar desinteresadamente a los demás suele ser un comportamiento aprendido. Los padres que demuestran conductas prosociales predican con el ejemplo. Los niños pueden aprender acerca de ayudar a los demás a través de estudios de grupos religiosos o de otro tipo. Las escuelas proporcionan un ambiente comunitario que es ideal para animar y modelar conductas prosociales.



EMPATÍA

Todos los niños nacen con la misma capacidad para la empatía. La forma en que se desarrolla depende del entorno. Los padres sensibles tienen más probabilidades de tener hijos que desarrollan conductas prosociales por sí mismos. Anima a los niños a pensar en cómo se sienten los otros y a que se pongan en sus zapatos. Habla sobre cómo se sentiría al perder a un padre, estar en una silla de ruedas o al mudarse a una nueva casa. Entender sobre lo que es ser diferente ayudará a los niños a saber cómo hacer que sea más fácil para los demás. La empatía ayuda a desarrollar también la comprensión y el conocimiento donde ellos puede que necesiten la ayuda de otras personas un día.

VALORES MORALES

Los valores morales dictan lo que es correcto e incorrecto. Un niño con fuertes valores morales puede reconocer un error y ser más propenso a actuar para hacer lo correcto. Los estudios religiosos pueden ser un factor para la moral del aprendizaje ya que la religión es a menudo un área de estudio en el que las conductas correctas e incorrectas se discuten con sus consecuencias. La religión no es la única fuente de valores morales. Las expectativas para la conducta prosocial de los padres y maestros inculcan los valores morales e influyen en cómo un niño trata a los hermanos, los ancianos, los maestros y los compañeros.

RESPONSABILIDAD PERSONAL

El poder de una persona es una gran lección para un niño. Aprender que sus acciones pueden afectar a una comunidad, de manera positiva o negativa, puede abrir los ojos de un niño sobre su influencia. Asumir la responsabilidad de las acciones circundantes es un gran salto en las conductas pro-sociales, pero también uno de los más pequeños. Un comentario al margen a la maestra, una mano en el hombro de un amigo que está pasando por un dolor. Estos pequeños gestos pueden marcar una diferencia en la vida de alguien. Puede tomar años para entender el poder que uno tiene.

NOTA...

Los niños aprenden con el ejemplo y la experiencia. Muéstrales el comportamiento altruista y dales la oportunidad de demostrarlo. Permite que ayuden a sus hermanos menores o a los compañeros de clase siendo un mentor. Ayúdalos a recoger fondos para una campaña de donación en su escuela. Las amenazas y los castigos pueden ser eficaces para mantener controlado un comportamiento negativo, pero no promoverán las conductas prosociales. Hablar sobre los comportamientos positivos, tener expectativas y modelos claros son los métodos más eficaces para animar a los niños a hacer más por los demás sin pensar en sí mismos.